¿Qué es el desprendimiento de retina?
El desprendimiento de retina se produce por la separación espontánea de la retina neurosensorial (capa interna de la retina) del epitelio pigmentario (capa externa).
Es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz del desprendimiento de retina
Asimismo, es una enfermedad grave del ojo, que puede producir una pérdida total de la visión si no se trata a tiempo. Por ello, debe tener un tratamiento quirúrgico muy bien seleccionado, dado que existen varios tipos de cirugía para solventarlo.
¿Cómo se puede prevenir el desprendimiento de retina?
Es importante que la población de riesgo se someta a revisiones oculares periódicas, como mínimo, una vez al año.
Además, la aparición súbita de moscas volantes o un aumento brusco de las ya existentes, así como la aparición de destellos luminosos o de cualquier otro de los síntomas descritos, debe ser motivo de consulta urgente con un oftalmólogo.
Es muy importante hacer un diagnóstico lo más rápido posible, ya que las posibilidades de mejora son mayores si no se llega a desprender la mácula o área central de la retina.
Es aconsejable realizar un tratamiento preventivo con láser cuando existen desgarros de la retina aunque aún no hayan provocado un desprendimiento.
El tratamiento preventivo con láser también puede ser útil para pacientes de alto riesgo, con lesiones degenerativas retinianas periféricas, que puedan acabar en una rotura.
Síntomas del desprendimiento de retina
Al no causar dolor y, en muchos casos, no ir acompañado al inicio de pérdida de visión, es importante estar alerta ante los síntomas de un desprendimiento de retina aunque éstos sean aparentemente inofensivos.
Estos síntomas, que suelen aparecer sucesivamente, son:
- Visión de moscas volantes (puntos negros que se mueven al mover el ojo). Son causadas por las modificaciones del vítreo
- Visión de destellos luminosos. Es un síntoma de mayor importancia, que refleja la existencia de tracciones sobre la retina. Suele aparecer cuando ya se ha producido la rotura
- Visión de una cortina negra que cae por alguna zona del campo visual. Se produce cuando ya existe un desprendimiento de retina, por lo que la consulta con un oftalmólogo debe ser inmediata
- Distorsión en las imágenes y posterior disminución importante de la agudeza visual. Este síntoma aparece si se daña la zona central de la retina (mácula)
Tratamientos asociados
El tratamiento del desprendimiento de retina se trata con diferentes técnicas quirúrgicas, en función del grado y de la fase:
Fotocoagulación con láser. Mediante el láser, se causan quemaduras controladas alrededor de la zona desprendida. Estas quemaduras acaban por cicatrizar y sellan la rotura retiniana, evitando que el humor vítreo se infiltre entre ambas capas
Vitrectomía. Consiste en la extracción del humor vítreo del interior del ojo. Posteriormente, se aplica la retina utilizando líquidos pesados y realizando láser desde el interior del ojo
Cirugía escleral. Se coloca una banda de silicona sólida alrededor de la capa más externa de la pared del ojo (la esclera) para mantener una presión externa sobre el globo ocular, que facilite el cierre de la rotura.
Es muy importante realizar una cirugía precoz ya que si tarda más de una semana, la posibilidad de recuperar la visión es mucho menor”. Dr. García-Arumí – IMO Barcelona
Especialistas que tratan esta patología
Preguntas frecuentes
Lo más importante para hacer una angiografía es que el paciente no sea alérgico a las sustancias que se van a inyectar.
Es una técnica diagnóstica para determinar las estructuras patológicas y anormales que tiene la retina, tanto en sus vasos como en sus diferentes capas. Es válida para la degeneración de la mácula, para la retinopatía diabética y para otras muchas alteraciones maculares y para vasculopatías.
La verde de indocianina es una técnica que se utiliza en algunos casos de degeneración macular asociada a la edad exudativa y sirve para definir los neovasos y, ocasionalmente, se utiliza para diagnosticar alguna otra enfermedad. La angiografía fluoresceínica es la técnica más estándar para el estudio de las enfermedades de los vasos y de la retina en general.
La angiografía es una técnica que sirve para delinear los casos de la retina o la coroides. Se utilizan diferentes contrastes, normalmente la fluoresceína sódica o el verde indocianina. Esta exploración también es muy útil para el diagnóstico de otras afecciones de la retina, especialmente del llamado epitelio pigmentado. En general, las angiografías sirven para estudiar múltiples enfermedades de la retina y su diagnóstico.
No es contraproducente para ningún tratamiento ocular.
Después de cualquier operación del ojo puede hacerse deporte o esfuerzo físico, aunque es conveniente esperar unos días para que las cicatrices se establezcan. Normalmente, diez o doce días suele ser un tiempo suficiente para poder realizar una vida normal. En todo caso, siempre es mejor consultarlo con el médico, por si puede existir alguna contraindicación.
Los síntomas del desprendimiento de retina son sensación de luces (fotopsias) o cuerpos flotantes en el espacio vítreo o, en ocasiones, una mancha progresiva o descenso visual. Es importante que contacten lo más rápidamente posible con su oftalmólogo. En cualquier caso, no es una urgencia vital, pero conviene que la operación se realice cuanto antes por parte de un cirujano experto.
En general, puede hacer una vida normal, excepto si lleva gas dentro del ojo, en cuyo caso, debe adoptar la posición que le indique su médico. Siempre debe evitar viajar en avión o a alturas superiores a 800- 600 m., como el paso por puertos de montaña, bien en tren o en automóvil. Ante esta necesidad, hay que consultar al oftalmólogo.
Es mucho más frecuente que aparezcan hemorragias en el post-operatorio de una intervención, especialmente si se ha practica vitrectomía, en el caso de los pacientes con retinopatía diabética. Esto se debe a que las paredes de los vasos de estos pacientes son enormemente frágiles y más tendentes a producir sangrados.
Antelación
En ocasiones, los pacientes desean realizarse tratamientos para verse mejor antes de un evento o de una ocasión especial. En estos casos, en líneas generales, se suele recomendar realizarlos con una antelación mínima de 3 semanas, para que:
- se puedan apreciar los resultados definitivos
- no hayan marcas
- tener margen para realizar retoques, en caso de que sean necesarios
Tratamientos quirúrgicos
Por su parte, los tratamientos quirúrgicos se suelen realizar con una antelación mínima de 2 meses para poder apreciar los resultados definitivos. En este sentido, generalmente, son cirugías mínimamente invasivas, sin marcas visibles, que tienen por objetivo mantener la armonía del rostro del propio paciente, alejándose de resultados demasiado artificiales.
La mejor época del año
La mayoría de tratamientos tanto de medicina estética, como quirúrgicos, pueden llevarse a cabo en cualquier momento del año.
La única excepción son los láseres (IPL y CO2), cuya aplicación no se realiza en periodo estival, ya que los rayos del sol inciden de forma negativa en el postratamiento.
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Si no tiene gas ni aceite de silicona puede dormir en cualquier posición. Al no existir ningún elemento taponador (gas o aceite de silicona) no es necesario que el paciente se posicione.
Podría ser síntoma de un desprendimiento de retina, se aconseja visitar al oftalmólogo con urgencia para confirmarlo. De ser así, debería tratarse enseguida ya que las posibilidades de mejora son mucho mayores si no se desprende la mácula o área central de la retina.
Las restricciones a la hora de volar después de una operación de desprendimiento de retina son debidas al gas terapéutico que, en algunos pacientes, se inyecta en el interior del ojo para favorecer el proceso de reparación de la retina. Este gas puede expandirse si disminuye la presión atmosférica, como ocurre a mucha altitud, lo que puede hacer aumentar la presión intraocular y, en consecuencia, dañar el nervio óptico. Para evitarlo, desaconsejamos viajar en avión hasta que el gas nos se haya reabsorbido totalmente, un proceso que suele tardar entre una semana y un mes, en función de los casos, y cuya evolución debe valorar el oftalmólogo. Sin embargo, con el paso de los meses, cuando la burbuja de aire ya haya desaparecido por completo de la cavidad ocular, no hay inconveniente en poder coger un avión.
Por otro lado, hemos de tener en cuenta que esta restricción inicial no afecta a los pacientes a quienes, en vez de inyectarse gas, se introduce aceite de silicona durante la vitrectomía, con el mismo objetivo de ayudar a mantener la retina en su posición. Como contrapartida, este aceite es una sustancia que no se reabsorbe ni desaparece por sí sola, de modo que es necesario llevar a cabo una segunda intervención quirúrgica para extraerla al cabo de entre 2 y 6 meses, en el momento idóneo en que el cirujano así lo indique.
El hecho de padecer desprendimiento de vítreo no tendría por qué perjudicarte a la hora de operarte de la catarata. De hecho, se calcula que la mitad de las personas de más de 65 años padecen cataratas y la mayor parte de ellas tienen, además, desprendimiento de vítreo. Por lo que se refiere al desprendimiento de retina, si está operado con éxito y convenientemente, no supone tampoco un factor de riesgo añadido en una cirugía de cataratas.
Para mayor seguridad, sería conveniente valorar si existen lesiones en la retina que puedan producir complicaciones en el momento de operar la catarata, por lo que se recomendaría una revisión con un especialista en retina antes de someterse a cirugía de catarata.
El desprendimiento posterior de vítreo es un proceso común a medida que avanza la edad ya que, con los años, el humor vítreo (líquido gelatinoso que rellena la cavidad ocular dándole forma y consistencia) tiende a deteriorase. Como consecuencia, se contrae y pierde tu textura gelatinosa hasta separarse espontáneamente de la retina. Los principales síntomas que conlleva son la visión de moscas volantes o puntos negros que se mueven alrededor del ojo y la percepción de destellos luminosos, cuya frecuencia, aunque pueden persistir largos periodos, suele disminuir con el paso del tiempo. Generalmente, no se aplica ningún tratamiento ya que no se puede revertir el proceso por el que el vítreo pierde su consistencia, pero es necesario realizar una evaluación oftalmológica para seguir su evolución y descartar un posible desprendimiento de retina, en cuyo caso suele requerirse una intervención quirúrgica.
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