¿Cómo afecta la edad a la salud ocular?
La edad es un factor de riesgo muy importante para desarrollar ciertas patologías oculares que pueden ser muy graves.
Algunas de ellas, como la Degeneración macular o el Glaucoma, son progresivas e irreversibles y a menudo no presentan síntomas hasta que se ha entrado en una fase muy avanzada y la pérdida de visión es severa. A estas patologías se añaden otros problemas visuales ligados a la edad como la catarata, la presbicia o vista cansada -que puede aparecer a partir de los 40 años-, además de las moscas volantes, el ojo seco, o las opacidades corneales.
Si se tratan a tiempo, las patologías oculares relacionadas con la edad pueden controlarse y no incidir de forma decisiva en nuestra actividad diaria.
Las enfermedades oculares deben tratarse a tiempo
¿Con qué frecuencia hay que visitar al oftalmólogo?
A partir de los 60 o 65 años deben incrementarse las medidas preventivas para poder realizar un diagnóstico precoz de estas enfermedades. Si no existe ningún factor de riesgo añadido, es importante someterse a una revisión completa de los ojos por lo menos una vez al año.
¿Cómo prevenir los problemas oculares en la madurez?
- Someterse a revisiones oculares completas al menos una vez al año
- Seguir una dieta sana y equilibrada, rica en antioxidantes y Omega 3
- No fumar o dejar de fumar
- Realizar ejercicio físico acorde a las características y posibilidades de cada uno
- Proteger los ojos del sol y de agentes externos (aire, polvo, arena…)
- Controlar la presión arterial
- Controlar los niveles de colesterol
- Controlar los niveles de glucemia (especialmente los pacientes diabéticos)
- Comprometerse con la propia visión: seguir de forma escrupulosa las revisiones, los tratamientos y recomendaciones del oftalmólogo
- No resignarse a perder visión por causa de la edad…
Perder visión en edades avanzadas es especialmente limitante, dado que la capacidad de adaptación a esta situación es menor que en edades más tempranas y que el problema visual se suma a otros condicionantes físicos y psíquicos ligados a la edad. Una mala visión en la madurez es causa de caídas, de miedo a salir a la calle y de falta de relación con el entorno, lo que produce un sentimiento de aislamiento y favorece la aparición de depresiones.
Las enfermedades oculares, en personas mayores de 60 años, pueden prevenirse