Tratamiento del acné

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¿Qué es el acné?

La dermatosis, más comúnmente conocida como acné vulgar, es una afección cutánea que se genera cuando los folículos pilosos debajo de la piel se obstruyen. Generalmente, esto ocurre por la presencia de grasa y células muertas, que tapan los poros y pueden provocar brotes de lesiones (a menudo llamados granos o espinillas).

Según los datos obtenidos en varios estudios, se calcula que 57,5 % de los casos de acné que acuden a la consulta dermatológica son de tipo inflamatorio moderado y le sigue el tipo inflamatorio leve con un 25 %.

¿En qué zonas pueden aplicarse?

El tratamiento del acné es ideal para las siguientes zonas que pueden padecer por esta afección:

Zona facial
Espalda
Pecho
Hombros

Exámenes previos

En primer lugar, es necesario que el especialista realice un examen exhaustivo de la piel para evaluar la gravedad del acné y descartar otras posibles causas de las imperfecciones.

En algunos casos, el médico puede prescribir un análisis de sangre para descartar otras posibles causas del acné, como problemas hormonales o trastornos de la tiroides.

Los exámenes previos al tratamiento del acné son importantes para garantizar que se realice la terapia más indicada para cada persona.

Durante el tratamiento

Existen múltiples tratamientos individualizados según el caso, entre los cuales destacamos:

Vía oral
Vía tópica
Radiofrecuencia para acné activo
Hormonales
IPL
Peeling

El plan de tratamiento dependerá de la exploración previa que realice el especialista.

Después del tratamiento

Según el caso, se podrá aplicar un tratamiento para las cicatrices del acné, como Láser CO2 o Radiofrecuencia con microagujas (Potenza).

Además, se recomienda:

Utilizar protección solar
No maquillarse, al menos, durante los 3 primeros días, o según indique el especialista.
Aplicar una crema regeneradora o hidratante y, en ocasiones, antibiótica.
No rascar la piel